La inclusión financiera es el acceso y uso de los servicios financieros por parte de todos los segmentos de la población, especialmente de aquellos que tradicionalmente han estado excluidos o marginados del sistema financiero formal. La inclusión financiera tiene beneficios tanto para las personas como para la economía, ya que facilita el ahorro, la inversión, el consumo, el emprendimiento y la protección frente a los riesgos.
Las Fintech son empresas que ofrecen servicios financieros innovadores y personalizados, aprovechando las ventajas de la tecnología digital. Estas empresas se han convertido en una alternativa atractiva para los clientes que buscan soluciones ágiles, seguras y eficientes para sus necesidades financieras. Pero, ¿qué beneficios deben ofrecer las Fintech a sus clientes para diferenciarse de la competencia y fidelizarlos? A continuación, se presentan algunos aspectos clave que las Fintech deben tener en cuenta:
Accesibilidad: Los clientes esperan poder acceder a los servicios financieros de forma rápida, sencilla y segura, sin necesidad de desplazarse a una sucursal bancaria o realizar trámites burocráticos. Los servicios Fintech ofrecen la posibilidad de operar desde cualquier dispositivo conectado a internet, en cualquier momento y lugar.
Transparencia: Las Fintech deben ofrecer información clara y precisa sobre sus productos y servicios, así como sobre las condiciones, costos y riesgos asociados. Los clientes deben poder acceder fácilmente a esta información, tanto antes como después de contratar el servicio, y resolver cualquier duda o reclamo de forma rápida y eficaz.
Seguridad: La confianza es un factor clave para el éxito de cualquier servicio financiero, y más aún en el ámbito digital, donde los riesgos de fraude, robo o pérdida de datos son mayores. Por eso, las Fintech deben garantizar la seguridad de sus plataformas, aplicaciones y transacciones, utilizando los mejores estándares y protocolos de protección. Además, deben comunicar de forma clara y transparente las medidas de seguridad que implementan, así como los derechos y responsabilidades de los clientes.
Calidad: Las Fintech deben ofrecer servicios financieros de calidad, que se adapten a las necesidades y expectativas de sus clientes. Para ello, deben contar con un equipo humano capacitado y profesional, que brinde una atención personalizada y de excelencia. Asimismo, deben contar con una plataforma tecnológica ágil y confiable, que permita realizar las operaciones de forma rápida y sencilla, sin errores ni demoras.
Experiencia: La experiencia del cliente es otro aspecto fundamental para diferenciarse de las entidades financieras tradicionales, que suelen tener procesos burocráticos, lentos y poco flexibles. Las Fintech deben ofrecer una experiencia fluida, sencilla y personalizada, que se adapte a las necesidades y preferencias de cada usuario. Para ello, pueden aprovechar las herramientas de inteligencia artificial, big data y análisis de datos, que les permiten conocer mejor a sus clientes y ofrecerles productos y servicios a medida.
Valor agregado: Además de ofrecer servicios financieros básicos, como pagos, transferencias, préstamos o inversiones, las Fintech pueden generar valor agregado para sus clientes, ofreciéndoles beneficios adicionales que mejoren su bienestar financiero. Por ejemplo, pueden ofrecer educación financiera, asesoramiento personalizado, programas de fidelización, descuentos o recompensas. Estos beneficios pueden ayudar a crear una relación más estrecha y duradera con los clientes, así como a generar confianza y lealtad.
Innovación: Las Fintech deben estar en constante innovación, buscando ofrecer soluciones financieras novedosas y creativas, que aporten valor añadido a sus clientes. Para ello, deben estar atentas a las tendencias del mercado, a las necesidades emergentes de los consumidores y a las oportunidades de mejora de sus procesos. Además, deben fomentar una cultura de innovación abierta y colaborativa, que involucre a sus empleados, clientes y socios estratégicos.
Responsabilidad social: Por último, las Fintech pueden diferenciarse del sector financiero tradicional mostrando su compromiso con la responsabilidad social y ambiental. Esto implica no solo cumplir con la normativa vigente, sino también contribuir al desarrollo sostenible y al bienestar de la sociedad. Por ejemplo, pueden apoyar proyectos sociales o ambientales, promover la inclusión financiera, fomentar la transparencia y la ética o reducir su huella ecológica.
Estos son algunos de los beneficios que deben ofrecer las Fintech a sus clientes para consolidarse como una opción competitiva y confiable en el mercado financiero. Las Fintech que logren cumplir con estos aspectos podrán generar confianza, satisfacción y lealtad en sus clientes, así como diferenciarse de la competencia y crecer en el sector.