¿Tu empresa está preparada para sobre llevar este 2022?
Para la economía mundial, el año 2022 arranca en condiciones más débiles de lo esperado. A raíz del encarecimiento de la energía y de los trastornos en el suministro, la inflación es más alta y más generalizada de lo previsto, sobre todo en Estados Unidos y en numerosas economías de mercados emergentes y en desarrollo. Además, la contracción que está experimentando el sector inmobiliario de China y la lentitud imprevista de la recuperación del consumo privado han limitado las perspectivas de crecimiento.
Se prevé que el crecimiento mundial se modere de 5.9% en 2021 a 4.4% en 2022; es decir, medio punto porcentual menos en 2022 de lo previsto en la edición de octubre de perspectivas de la economía mundial (informe WEO), en gran medida a causa del recorte de las proyecciones de las dos economías más grandes. El pronóstico depende de que los indicadores de una mala situación sanitaria desciendan a niveles bajos en la mayoría de los países para fines de 2022, suponiendo que las tasas de inmunización mejorarán a escala internacional y que aparecerán terapias más eficaces.
Los riesgos para las proyecciones de base mundiales se inclinan a la baja. La aparición de nuevas variantes del virus causante de la COVID-19 podría prolongar la pandemia y volver a plantear problemas económicos. Además, las perturbaciones de las cadenas de suministro, la volatilidad de los precios de la energía y presiones salariales específicas generan gran incertidumbre en torno a la trayectoria de la inflación y de las políticas.
Eso requiere una mayor producción de suministros, así como mejores sistemas de entrega y una distribución más equitativa. En este contexto, la cooperación será esencial para preservar el acceso a la liquidez y agilizar reestructuraciones ordenadas de la deuda cuando sean necesarias. Sigue siendo imperativo invertir adecuadamente los recursos de las empresas, trabajar en la nube y administrarse correctamente para sobre llevar con éxito cualquier panorama.